“pues si pareces normal“ Una profunda empatía permite verme al otro lado de las puertas. Me encanta reír, reír en buena compañía. Pero reír de verdad, esas risas con miradas de complicidad, de quien se sabe en presencia de lo Real, aunque no sea consciente muchas veces en ese momento. Sin embargo, cuando cierro la puerta, pasan las horas y la oscuridad amenaza mi mente, cuando la confusión me invita a la duda del camino escogido o cuando todo aquello que “no se nota” acecha sobre mi alma. Ésta ya no se seca, despierta con el gozo de esa Presencia, vivida entre esas risas y complicidad. Una alegría dulce, pacífica, que se amplifica con cada memoria y me dibuja una ligera sonrisa. Así, encuentros con diferentes personas se convierten en un alimento inesperado para el alma, que está vivo, que nunca caduca, que siempre crece. Queda establecido un vínculo sin palabras vacías, sin ninguna intención concreta, sin promesas entre nosotros. Y aun así, es el vínculo más sólido y verd...
Descanso en Tu promesa, que es gozo presente, esperanza activa y dinámica que se renueva en cada caída, pero también en cada abrazo contendido. En cada caída… donde mi alma respira una alegría y paz inexplicables. Abrazos contenidos que envuelven mi inagotable sed. Porque sólo Tú puedes sacar el amor más puro de la oscuridad más profunda. Y así, a mí me basta.
Estos días, no paro de preguntarme ¿en qué momento todo se echó a perder? Me refiero al amor, al respeto, a la compasión, a la diferencia del bien y del mal, a la conciencia. Resulta evidente aquello que dijo Voltaire: “si Dios no existe, habrá que inventarlo”. Es quizá la respuesta que más se aproxima a esta reflexión. Siempre ha habido ídolos para el hombre, eso es innegable, pero a los inicios de su existencia éste ponía de manifiesto de manera natural y obvia la necesidad que todo hombre tiene de dependencia hacia algo que le supera. Era una intuición tan evidente, que junto con la necesidad de alimentarse, configuraban su tiempo en manifestarla de diferentes modos con medios que tuvieran a su alcance: el hombre prehistórico con las pinturas, monumentos funerarios también en la cultura egipcia, en Occidente se reflexionaba sobre lo invisible dando lugar a la filosofía. Ya en estas culturas poco a poco se fue afinando en algunos casos la intuición, según iban creciend...
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